Las esperanzas de recuperación de Jules Bianchi desde el punto de vista médico no han variado demasiado desde que el francés sufriera el accidente en Suzuka el pasado mes de octubre. Sin embargo, desde el punto de vista familiar, ya no son tan optimistas.
Philippe Bianchi, padre del piloto, cree cada vez menos en que su hijo salga adelante. «Es insufrible, una tortura diaria. A veces sentimos que nos volvemos locos. Para mí, es peor que si se hubiera muerto porque no podemos ayudarle más allá de lo que está en nuestras manos», reconoció en una entrevista a France Info.
«El tiempo pasa y ahora soy menos optimista que dos o tres meses después del accidente, cuando esperábamos una evolución mejor. Necesitas entenderlo bien y darte cuenta de lo grave que es esta situación», añadió.
Los médicos que tratan a Bianchi siempre dijeron que los primeros meses tras el accidente son cruciales para que las probabilidades de recuperación sean altas. Pero la situación de Jules apenas ha cambiado, algo que está lejos de ser una buena noticia.
Su padre ya no sabe si quiere que salga del coma en que se encuentra por las secuelas que le pudieran quedar. «Si sale y se encuentra con grandes discapacidades, estamos seguros de que no es lo que Jules querría. Ya habíamos hablado sobre eso. Nos dijo que si tuviese un accidente similar al de Michael Schumacher y se quedara sin poder pilotar nunca más, le costaría muchísimo aceptarlo. Era su vida», reconoció Philippe.
El Consejo Mundial de la FIA, reunido en México la semana pasada, aprobó, entre otras medidas, ampliar a cinco motores nuevos por piloto los disponibles para los nuevos fabricantes en su primera temporada. En el caso de Honda, que debuta esta año, con efecto retroactivo para esta misma temporada.